martes, 24 de mayo de 2011

Seré sincero doctora...







Sabía que algo estaba ocurriendo, ante mí. Sabía que se le estaba pasando algo por su imaginación. No era normal, el paciente en sí era poco conocido para mí. En realidad es de ese tipo de personas que está sano y ni se pasa por el centro de salud. Incluso son de los que pierden la cartilla. A veces ni siquiera tienen abierto un historial.



- Buenos días, veamos sus ultimos informes.


-...si...claro...


-...pues mire, en realidad no hay nada que contar. Todo está perfecto. No hay ningún indicador en la análitica que nos de un toque de atención. En fin...sano...como una manzana...Pero dígame...qué tal se encuentra...






Y ahí fue cuando todo se desencadenó. Comenzó a hablar tan rápido que no pude pararle al principio, cuando comencé a escuchar sus palabras segui interesada la conversación con más atención. Me contó en pocos segundos que soñaba conmigo desde hacía meses, desde aquella vez que nos cruzamos en la plaza central de la ciudad. Cruzamos las miradas tras toda aquella charla.




Fue demoledor. Animal. Según hablaba me preguntó qué llevaba puesto debajo. Mecanicamente le dije que nada porque sabía que el iba a venir a mi consulta. Fue suficiente para que mi cuerpo comenzará a humedecerse desde dentro, sin poder evitarlo. Estaba ante un desconocido. Casi desnuda, como si me hubiera hipnotizado. Con su dedo índice jugando entre mis dientes de gata encendida y deseando que no parara de hablar. Mi corazón golpeaba para saltar por los aires, bombeaba sin control y la respiración se me entrecortaba como si fuera lo último que pasaría. Mezclados sobre mi mesa, con los informes de los últimos dos pacientes. Sabía que al ser el último paciente nadie nos molestaría. La pelea silenciosa de fuego y manos que se entremezclaban con avaricía y precisión adornó toda aquel aquelarre de sexo. En mi puesto de trabajo. Qué horror!!!!...pero cuánto placer...




- No sigas Mónica. Querida Doctora, la sesión por hoy se ha terminado.


- Ya?... no me preguntas nada.


- No. Por cierto al salir paga la consulta, creo que debes las tres últimas sesiones. No te molestes en volver aquí, no trates de darme explicaciones, ya sé que no le conocías. No me preguntes por qué lo sé. No te curarás jamás. Tirarte, como una perra, al estúpido de mi marido y venir a contármelo me ha parecido un exceso. No voy a montarte un númerito. Pero no quiero volver a verte...

El despacho de aquella psicóloga herida olía a hembra furiosa hasta el infinito, un extraño olor de mezclas entre el odio, la sangre a punto de arder y el sexo gritando en silencios medidos. Entre los títulos universitarios múltiples, variados e internacionales diseminados por las paredes, entre todas aquellas fotografías en blanco y negro la tensión, del momento, se quedó tatuada para siempre sobre una pared de papel pintado imitando a un sutil lino pálido.

el vecino del 4º

posdata: cuéntaselo a quien quieras... pero cruza los dedos y pide que la suerte esté de tu parte...

viernes, 20 de mayo de 2011

15 M, indignados...pero no derrotados...




La ciudad huele a jóvenes, la plaza de Sol, en Madrid, de repente es como si fuera Marte. Y el resto del planeta, poco a poco va escuchando el rumor. No hay que tener prisa. Hay que seguir sentado. Los que siempre ven en un vaso de agua, que el agua no es suficiente. Siempre seguirán viendo el vaso a medias. Yo veo la plaza de Sol llena. Repleta de jóvenes y no tanto. De dudas, de sueños. De frases con sentidos, de contradicciones eternas. Pero al fin la plaza de Sol ha renacido. Larga vida al Sol. Sin Sol no hay vida.
Ahora lo que más importa no es qué va a pasar... lo que importa es lo que está pasando. Importa más aún lo que NO pasaba hace mucho tiempo.

Ahora todos intentarán apuntarse un tanto. Pero tampoco importa. Lo que importa es que ... todo esto...no es un sueño... es una asamblea...un movimiento...esto es real...Será lo que sea. Dentro de una manzana siempre habrá un gusano...o un ciento...a una manzana siempre se le acercará una serpiente...es posible... pero lo que importa es la plaza...es la gente...no miremos un sólo metro cuadrado... no contemos cuántos somos... es mejor imaginar...los que podremos ser... los que seremos...Los que serán algún día.

Sin grandes discursos...sin grandes rituales...sin banderas...sin entuertos...los jóvenes con megáfono en mano...hablan por fin de sus cosas... sueñan con otro universo...dejemos que la historia se escriba de nuevo... pacíficamente...poco a poco... sin aspavientos....

Que nos nos sorprenda que en la primavera nacen las flores...y vuelen los versos...

Poesía en las plazas, para siempre y democracia real y libre YA!!!!!!!!!!!!!...



Que las Musas se desnuden y esta noche a las doce nos visiten.


Posdata: violencia cero/imaginación y fantasía cien.-

El vecino del 4º


martes, 3 de mayo de 2011

Vaho en los cristales.-





En un principio, durante años, fue minucioso en su escribir, constante, creativo, lento pero efectivo. Escribía siempre con la misma pluma que un día ella le regaló, con el mismo color.
Sí, comenzó siendo desordenado y escribía sobre cualquier papel, o folio. Lo primero que se le venía a la mano, pero con el tiempo fue seleccionando más el tipo de papel. Que absorviera bien, que tuviera cuerpo. Últimamente, se había aficionado a esos pequeños blogs de notas que llevan una gomita que evita que al dejarlo sobre la mesa se abra sin control.
No se podía quejar, tenía musa, amor y amante. Buenos amigos y una situación saneada economicamente. Incluso periodicamente le publicaban sus escritos. No podía quejarse demasiado, sobre todo para como están los tiempos.
Y sin embargo, una noche que se quedó solo en la casa, su familia estaba en la costa, los amigos no le llamaron. El teléfono enmudecio como si supiera que algo importante fuera a ocurrir.
Estuvo escuchando las noticias. Las crisis. Las crisis. Japón, Oriente Medio.
Sólo dijo:
- Se acabó.
A partir de ese momento dejó de hablar. Fueron sus últimas palabras. Se dedicó a escribir poemas sobre los cristoles de su casa. Se ayudaba con el aliento, el vaho le permitía escribir. Poemas. Relatos. Bocetos de su próximo relato. Dibujó las caderas de la última mujer que vió al salir a comprar el pan, esa misma mañana. Espiriba el aliento, cada vez más animado, cada vez con más íntesidad, con más fuerza. Escribía y borraba. Los cristales se habían convertido el mejor de los papeles. Así estuvo todo aquel largo puente de último primero de Mayo.
Cuando su familia lo encontró frío como el marmol, en el salón. Parecía tener una sonrisa sutil e infinita en su rostro. El forense no supo que decir tras un examen concenzudo.
- Señores, sé que mi informe ha de ser técnico. Pero observándole, analizando cada parte de su cuerpo... es como si, de repente, se le hubiera ido el aliento. No encuentro una causa. Disculpen mi inconcrección, si lo desean consulten con alguien más.
El silencio se hizo presente. Nadie supo que contestar.
En los siguientes días, la nieta más pequeña dijo haber encontrado algunas palabras en los cristales de la casa del abuelo. La asistenta se apresuró con un paño húmedo y un bote en las manos. Sus ojos parecían desencajados.
- No acabaré nunca con esta pesadilla. Es como si los cristales estuvieran vivos y hablen por su boca. El señor impregno con su poesía toda la casa.
La familia descansa del repentino golpe, en la mansión de la playa . En silencio cada uno va calculando las pertenencias, bienes y dinero que les corresponderá en el reparto pendiente. La primavera este año trae más agua que otras veces. Es como si quisiera llenar todos nuestros secretos.
El vecino del 4º
posdata: seguir entre la poesía aunque falte el aliento...seguir entre el amor aunque no lleguen a tocarse los amantes....